Cuando se trata de iluminación, la mayoría de nosotros sabemos lo que nos gusta, pero no todos sabemos por qué. Al fin y al cabo, la iluminación de una habitación es mucho más importante que la estética
Qué opciones de iluminación tienes en función de la ubicación
La iluminación general se utiliza para iluminar una habitación. Puede utilizarse para la iluminación ambiental, la iluminación de trabajo o la iluminación general. Los electricistas profesionales indican que la cantidad de luz en una habitación viene determinada por el número de lámparas que se enciendan y su ubicación.
Luces superiores: Suelen encontrarse en pasillos, baños y cocinas. El objetivo de este tipo de lámparas es iluminar una zona concreta sin crear sombras o deslumbramientos en las superficies cercanas, como el suelo o la pared de detrás. Puedes aumentar su utilidad instalando reguladores de intensidad para poder controlar la cantidad de luz en cada momento.
Apliques de pared: Estas lámparas proporcionan una iluminación focalizada en zonas específicas como escritorios y armarios donde otras fuentes pueden carecer de brillo debido a su distancia de las ventanas o claraboyas (si las hay). También son buenas para resaltar cuadros u otras piezas decorativas que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas entre todos esos rincones oscuros de tu casa.
Lámparas de techo: Como estas lámparas cuelgan por encima del nivel de la cabeza, son ideales para iluminar habitaciones con techos altos, ya que no proyectan demasiadas sombras sobre lo que hay debajo cuando están apagadas, a diferencia de las molestas lámparas de araña que te dijimos que no usaras antes...
Muchas veces ponemos más cantidad de lámparas o aplique que permite nuestra instalación, por lo que siempre es recomendable un buen mantenimiento de la instalación eléctrica para prevenir males mayores.